Ayer estuve todo el día en la calle, pero aún así hice un garabatillo en una libreta prestada. Es un cronista de un periódico, pobre hombre cómo le dejé.
Y este es el de hoy, una ilustración para la Puerta de Tannhauser, antes de pasar por chapa y pintura.
Dicen las malas lenguas que si no dibujais todos los días se os caen las manos, os salen granos y pelos y os volveis unos tristes de la vida. 21 días, 21 hojas de cuaderno. Algunos días la cosa estará más inspirada que otros, digo yo.
Mis compañeros de Lens based media de la DMU y yo hemos hecho una exposición en un espacio que nos ha habilitado la facultad; la "inauguramos" el martes pasado y estará hasta este miércoles. Aquí os dejo algunas fotos de los trabajos de mis compañeros, que por cierto me han sorprendido bastante (para bien, se entiende).
Y aquí mi aportación, que es un buen resumen del trabajo que estoy haciendo. Forman parte de un diario de collages que estoy haciendo; para la exposición, escaneé algunos y los imprimí en un papel medio brillante que al pegarlo en las maderas han dado un resultado muy bueno.
El curso pasado tuve la oportunidad de ayudar a mi novio en la asignatura de Composición arquitectónica de la ETSAS, donde le pidieron que realizara unos collages; el primero, era una presentación del alumno y de su visión de la arquitectura, y los otros dos fueron unas propuestas urbanas, bibliotecas móviles en nuestro caso. Fue un buen calentamiento para lo que estoy haciendo ahora aunque todo fue Photoshop mediante. Con suerte, mañana tendré fotos del trabajo de este año.
Un cadaver exquisito se le suele llamar a un trabajo a varias manos, ya sea un relato, una pintura o lo que sea. Me gusta mucho, mucho hacer cadáveres exquisitos, incluso tengo un par de ellos por ahí esperando a colgarlos, pero aquí hoy ha tenido lugar el cadaver exquisito más triste de la historia. Mi mano izquierda lo empezó. Mi mano derecha lo terminó. Buenas noches.